- Di tu verdad.
La manera de llegar a los demás es muy sencilla, mostrando tu verdad. En el momento en el que quien te escucha sabe que lo que estás diciendo es cierto y surge de tu verdad, se produce un “ok, esto me lo creo. Y no solo me lo creo, sino que además, me gusta”. Es algo que sucede a nivel subconsciente. Mira el ejemplo de Amy Wynehouse. Sus letras eran su propia historia, y la gente las creía ya que eran totalmente sinceras. Al mismo tiempo, el público, en menor o mayor medida se veía reflejado en ellas. Nada mejor que ser tú mismo y hablar de ti mismo a través de tus canciones.
- Rodéate de los grandes.
Que las que las canciones que te inspiren sean las que tú consideres las mejores canciones que jamás hayas escuchado. No te conformes con menos. Seguro que conoces el dicho “eres lo que comes”, o “según respires, así eres”. Pues lo mismo con lo que llega a tus oídos. Tus canciones no pueden ser mejores que las canciones de las que te alimentas. Así que mira mucho qué es lo que escuchas ya que esa es tu gasolina para después escribir tu propio material. Intenta también no caer en el error de escuchar solo un estilo de música, el que consideras tuyo. Dale un vuelco a tus playlists y amplíalos con nuevos estilos musicales. Algunas de las mejores composiciones han salido de mezclar unos estilos con otros, sin miramientos.
- Déjate ser inspirado.
La inspiración llega si estás abierto a ella. A veces las mejores canciones se componen en varios minutos. Se trata de mantener tu receptor de WiFi encendido, mientras apagas todas las demás distracciones mundanas a tu alrededor. La mejor manera de encontrar esa inspiración es en el silencio, en tu espacio, con tu propio material y contigo mismo. Parafraseando a Picasso, “la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando” (sentado en tu habitación o en tu estudio y no tomando en un bar). Por otro lado, como dijo Umberto Eco, la genialidad es un 10% de inspiración y un 90% de trabajo.
- Indaga en nuevas armonías.
Aunque muchas de las mejores canciones de la historia se crearon con tres acordes, no dejes de buscar nuevas opciones para las tuyas. La música está ahí para ser usada y manipulada. No hay ningún problema en seguir usando los mismos acordes una y otras vez, pero si logras ampliar tu rango de alcance, podrás sorprender a tus oyentes. A veces no se trata solo de buscar acordes nuevos sino de cambiar algún bajo o sustituir un acorde por otro. Un pequeño cambio en el discurso armónico puede hacer que quien escuche, lo continúe haciendo hasta el final de tu canción. Lo dicho, sorpréndete a ti mismo buscando nuevas sonoridades armónicas.
- No tengas miedo, innova.
Cada vez que enciendo la radio y escucho nuevo material solo unas pocas captan mi atención. Estoy seguro de que a ti también te sucede lo mismo. Una canción debe tener algún punto innovador, ya sea en la letra, en la melodía, en la armonía o en la producción musical. Si no hay nada que sorprenda en ella, seguramente pasará desapercibida. Los oídos de la gente necesita innovación, sonidos e ideas nuevas y sorprendentes. Puedes unirte al carro de lo más escuchado o a la tendencia actual pero eso no te convertirá en un buen compositor. Encuentra cual es tu punto fuerte al componer y exprímelo. Sé atrevido con tus fraseos, con tus ritmos y con tus letras. Esta es la única manera de despuntar y de triunfar.
Pau Sastre